Hoy Martes fue un día difícil, los niños estaban muy desordenados, no hacían caso para nada. Momento que pude aprovechar para diagnosticarlos, observe que uno de ellos era el mas, inquieto. Me le acerco y le digo que se siente, para que haga la actividad prevista, la cual era unas divisiones.
El me dijo que no quería hacerlo, yo rápidamente le pregunte que le pasaba, pero no contesto, solo reía. Así fue que le dije mira no te da lastima hacerle perder tiempo a la profesora contigo y sobretodo decepcionar a tus padres, así hable con el, logrando tocar como popularmente dicen la llaga. El reacciona dice: claro que puedo pero el problema es que no se toda la tabla. Yo le indico que lo guiare y finalmente logramos juntos hacerlas. Desde ese momento cambio su actitud, se mostraba contento, se comporto muy bien el resto de clases.
Narro esto porque sentí que muchas veces nuestros alumnos necesitan que hablemos con ellos, donde descubramos que esta pasando en sus cabe citas, pudiendo sentir que para nosotros es importante ayudarlos, también logre descubrir que el grupo tiene fuertes debilidades en la multiplicación y división, lo cual indica su comportamiento apático, pues no saben como hacerlas, se siente mal, prefiriendo jugar para dejar de un lado eso que no saben y no les interesa aprender.
Es así que como señala Ausubel debemos primero que nada motivarlos, demostrarles lo importante de adquirir nuevos conocimientos, pero hacerlo de una manera divertida, es decir agradable para ellos, quienes son nuestros motivo de ser, claro esta que los alumnos deben ser los principales actores activos del proceso educativo.
CADA DÍA ME DOY CUENTA QUE MI LABOR REQUIERE DE MANOS DE SEDA Y SOBRETODO GANAS DE SER MEJOR, UN COMPROMISO SI AMIGOS UN COMPROMISO CON NOSOTROS, CON NUESTRA INSTITUCIONES, PERO PRINCIPALMENTE CON LOS NIÑOS Y NIÑAS QUE NOS ESPERAN EN LAS AULAS, PARA QUE LE GUIEMOS EN SU PROCESO EDUCATIVO.
